No recuerdo ninguna época que se hubiera escrito tanto sobre Flash. Se ha escrito a favor y en contra, se han dicho verdades y mentiras, y he leído tantos análisis sesgados y torticeros que me he sentido tentado más de una vez a escribir mi opinión a la defensiva. La cuestión es que en cuanto me alejaba un poquito del debate, y ya desde la barrera, veía tal cantidad de “salsa rosa” que pensaba que no merecía la pena hacer más grande la pelota.
Pero esta semana ha pasado algo importante que ha puesto nuevamente el tema Flash sobre la mesa, y esta vez me encuentro lo bastante sereno como para reflexionar sobre ello. Para todos los públicos :)
Empecemos por lo que ha pasado.