Hay dos tipos de cuerpos visibles: los que emiten luz por sí mismos y los que la reflejan. La luz se compone de minúsculas partículas denominadas fotones, y el color de estos fotones viene determinado por su energía y su frecuencia.
Las partículas aisladas son imperceptibles para el ojo humano, pero si actúan en conjunto crean una corriente de fotones. Así nace luz.